Tras 10 horas de protesta, en las que desquiciaron las principales avenidas de la Ciudad de México, integrantes del Movimiento Nacional Taxista y autoridades de la Secretaría de Gobernación lograron cuatro acuerdos, entre ellos el no realizar más bloqueos.
También determinaron establecer una ruta jurídica, para determinar si son legales o no los servicios que proporcionan transporte con aplicaciones.
Su única consigna fue exigir condiciones iguales de trabajo entre los taxis tradicionales y las plataformas digitales de transporte, como Uber y Cabify.
Las manifestaciones se replicaron en por lo menos 10 entidades del país.